La respuesta es sí. Y es que según el Colegio de Ópticos Optometristas, al menos el 70% de los conductores sufre deslumbramientos al volante. En el caso de personas con trastornos de la visión y mayores de 50 años estos deslumbramientos son más acusados y pueden ocasionar accidentes.
Los cambios repentinos de luminosidad presentan ciertos inconvenientes para personas especialmente sensibles a los deslumbramientos y, sobre todo, a las que padecen cataratas. Esto se debe a que uno de los síntomas iniciales de las personas con cataratas es que, además de ver más borroso y los colores más apagados o amarillentos, las luces pueden causarles halos y más deslumbramiento del habitual.
Otros grupos de riesgo son las personas afectadas por defectos refractivos de la visión como hipermetropía, astigmatismo, miopía y también los pacientes de glaucoma, ya que tienen problemas de adaptación de la pupila y con ello aumenta el tiempo de respuesta al cambio de luz.
También son especialmente sensibles a los deslumbramientos quienes tienen ojos claros porque su cantidad de melanina en el iris es menor. De hecho, una investigación comprobó que las personas de ojos azules tenían unos niveles significativamente más altos de luz difusa intraocular, por lo que podrían experimentar deslumbramientos discapacitantes en situaciones diarias como la conducción nocturna, con más frecuencia que las personas con ojos oscuros.
En el caso de los mayores de 50 años se ha comprobado que a medida que envejece el ojo, el halo que rodea a la fuente luminosa como bombillas, faros y farolas, aumenta. Lo que provoca que a partir de esa edad cueste cada vez más percibir con claridad los objetos detrás de un halo luminoso.
Por todos estos motivos, si perteneces a uno de estos grupos te recomendamos extremar las precauciones durante las fiestas navideñas debido al incremento en el número de desplazamientos nocturnos.
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