Ya ha llegado la primavera y, con ella, las temidas alergias. Si nos fijamos, a nuestro alrededor encontraremos bastante gente que las sufre. Unos más que otros, pero al final para todos es muy molesto. La alergia es una reacción inmunológica del organismo a sustancias externas que nuestro cuerpo considera que son dañinas para nosotros.
Las alergias son muy diversas, por ejemplo, nuestro organismo puede reaccionar ante alguna sustancia como la leche, los huevos o frutos secos. También existen las alergias por el polen, las gramíneas, los olivos… estas últimas son las que se sufren durante estos meses de primavera.
¿Cómo nos afecta?
Las alergias suelen provocar rojeces en la piel, picores en los ojos, picor nasal, lagrimeo constante, estornudos, secreción de mucosidad, congestión nasal… en definitiva, dificultades respiratorias. Todo ello puede provocar que nuestros oídos también sufran puesto que nariz, garganta y oídos están conectados a través de las trompas de Eustaquio. La inflamación de las vías respiratorias hace que se incremente la secreción de moco y esto nos puede provocar una otitis.

Las trompas de Eustaquio se taponan y nos disminuye la audición. No suele ser doloroso (excepto en algunos casos), pero sí es muy molesto. En principio, nuestros oídos no tendrían por qué verse afectados por las alergias, pero si ésta va a más, son los primeros perjudicados.
Para tratar las alergias es fundamental acudir al médico para que establezca el tratamiento que debemos tomar y, así, evitar que la alergia nos afecte de forma más grave y nos pueda derivar en una otitis.
Precauciones que debemos tomar
- Tendremos que reducir la actividad al aire libre que es donde encontramos el polen en mayor cantidad.
- Realizar una limpieza adecuada en el hogar.
- No secar la ropa en el exterior para evitar en contacto con el polen que hay en la calle.
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