El tratamiento antirreflejo aplicado sobre una lente oftálmica, disminuye los reflejos en las lentes, es decir, la luz que antes era reflejada al incidir sobre el cristal, ahora en su mayor parte es transmitida hacia el ojo, con esto se consigue:
- Una mayor nitidez, puesto que la visión no se ve interferida por reflejos o «imágenes residuales molestas».
- Un mayor contraste, aumentando la nitidez en la percepción de los objetos.
- Componente estético ya que las lentes se hacen más transparentes siendo posible observar con claridad los ojos de la persona que lleva lentes.
Algunas de las aplicaciones más habituales pueden ser:
Cuando el uso de las lentes se realiza con luz artificial, por ejemplo en una oficina con puntos de iluminación distribuidos por la sala, los reflejos que provocan éstos sobre las lentes pueden ser molestos. El tratamiento antirreflejo evita que el cerebro tenga que eliminar dichos reflejos parásitos aumentando el confort y el rendimiento visual.
En situaciones de baja luminosidad cuando hacemos frente a fuentes de luz directas, por ejemplo durante la conducción, el tratamiento antirreflejo aumenta el contraste y ayuda a definir más claramente la fuente de luz, evitando distorsiones.
Efectividad.
En la actualidad la mayoría de los tratamientos antirreflejo aplicados a lentes oftálmicas van acompañados de un tratamiento antirrayado que aumenta la durabilidad de las lentes.
La efectividad del tratamiento antirreflejo viene dada por la cantidad de capas de antirreflejo que se proyectan sobre la lente. Esto es posible gracias a un complicado procedimiento de evaporación en campanas de alto vacío. A mayor número de capas de antirreflejo más efectivo será el tratamiento.
Alta calidad.
Los procesos de alta calidad en la fabricación actualmente hacen que se nivelen las microporosidades de las lentes disminuyendo la rugosidad y porosidad de la superficie, lo que hace posible lentes mucho más lisas y suaves facilitando así la limpieza y la durabilidad.
Gracias a la mayor adherencia entre las capas el usuario disfruta de lentes más transparentes con una altísima transmisión, es decir la luz que atraviesa la superficie de la lente es alrededor de un 99% mientras que la que se refleja es igual o menor al 1%. Por otra parte las capas hidrófugas crean un mayor ángulo de contacto con las partículas de agua y grasa, evitando que la suciedad se extienda sobre las lentes y las gotas de agua resbalen sin dejar rastro.
Calidad y tecnología al servicio del cliente de ANFER
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